Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es un lugar de contraste por su medio marino, el litoral y el terrestre, y por ser un ecosistema árido con una gran peculiaridad ecológica y paisajística, con ausencia de invierno climático y en su diversidad geológica. Lugar de naturaleza volcánica, playas fósiles y un singular paisaje que enamora al visitante por su particular belleza.
Cabo de Gata dispone de más de 50 kilómetros de costa acantilada con una impresionante fachada con abruptos acantilados seguido de exquisitas playas urbanas como la de San José y Aguamarga; bellas playas naturales como Mónsul y Los Genoveses; playas escondidas como las calas como Carnaje y de Enmedio; y espectaculares acantilados volcánicos como Punta de los Muertos y Mesa Roldán.
El clima es semiárido con pocas lluvias pero una singular de flora con más de 1.000 especies exclusivas. Se pueden observar poblaciones de palmito y cornical que escalan las abruptas laderas volcánicas, también esparto, romero y pitas. En el fondo del mar aparecen extensas praderas de Posidonea oceánica. Similar a un alga verde, constituye auténticos bosques sumergidos en los que viven cangrejos, pulpos y peces de todo tipo.
En la zona de las salinas de Cabo de Gata aparece una gran parte de la avifauna del parque, como avocetas, cigüeñuelas, chorlitejos, gaviotas, ánades y poblaciones de flamencos. En la sierra, se encuentra rapaces y pequeños mamíferos completan la fauna del lugar.
Aparecen una gran cantidad de cortijos abandonados, sistemas de aprovechamiento de agua y viento como norias, aljibes y molinos, reconocidos todos ellos como Bien de Interés Cultural. Se puede realizar actividades como buceo, cicloturismo, excursiones marítimas o rutas ecuestres, muestran al visitante la riqueza de este espacio natural.
El lugar más exótico es San José, un antiguo pueblo de pescadores situado en la bonita bahía del mismo nombre, entre el cerro Zona muy turístico, sobre todo, en la época estival, pero ha sabido mantener cierta tranquilidad. Lo conforman casas blancas y bajas, muchas de ellas construidas sobre los pequeños acantilados que se asoman al mar.
Cerca aparecen dos playas exóticas, la los Genoveses rodeada de pequeñas dunas y de arena fina y dorada, y más adelante nos encontramos con la de Mónsul, otra playa virgen de arena fina pero oscura, en la que se pueden ver formaciones rocosas de diseños espectaculares debido a la erosión, como una roca llamada ‘la peineta’.
Cerca aparece el pueblo de Las Negras recibe este nombre del monte que está a su izquierda, el cerro Negro, que es de piedra oscura por su origen volcánico. La villa tiene unos 300 habitantes. También interesa visita la Isleta del Moro. que es un pequeño pueblo pesquero junto a un colosal peñón y una isleta de la que recibe su nombre. La imagen de postal la conforma un gran palmeral a la entrada, casitas blancas amontonadas cerca de la playa, …