La Playa Punta Entinas-Sabinar, situada en el término municipal de Roquetas de Mar (Almería), constituye uno de los enclaves más singulares del litoral andaluz. Este espacio, integrado dentro del Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar, representa un auténtico refugio de biodiversidad y tranquilidad, ideal para quienes desean alejarse del bullicio urbano y reencontrarse con la naturaleza en su estado más puro.
Esta playa se extiende a lo largo de aproximadamente 16 kilómetros de litoral casi inalterado, con una anchura media amplia. Limita al este con la Punta de Entinas y al oeste con las salinas de Cerrillos y Viejas, y forma parte de una zona protegida que abarca 1.971 hectáreas, de las cuales 785 son Reserva Natural, bajo la gestión de la Junta de Andalucía.
Las aguas son cristalinas, tranquilas y de cierta profundidad, lo que las hace aptas para el baño y perfectas para el submarinismo y el snorkel. En sus fondos marinos destacan las praderas de Posidonia oceánica, fundamentales para el equilibrio del ecosistema marino. El acceso es exclusivamente peatonal, a través de senderos que parten desde la carretera AL-9006. La ausencia de aparcamientos y servicios garantiza una experiencia íntima y en plena conexión con el entorno natural.
Un enclave de gran valor ecológico
El Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar presenta una notable riqueza ecológica, albergando ecosistemas únicos como dunas móviles y fósiles, marismas, charcas salobres, salinas y matorrales litorales. Flora destacada: Sabina negra (Juniperus phoenicea), lentisco (Pistacia lentiscus), bufalaga marina (Thymelaea hirsuta), y espino negro (Rhamnus lycioides). Estas especies autóctonas se adaptan a condiciones extremas de salinidad y viento, y constituyen un valioso patrimonio botánico.
Es un espacio reconocido a nivel internacional por su importancia ornitológica, especialmente como lugar de descanso y cría para aves migratorias. Destacan especies como:
- Flamenco común
- Gaviota de Audouin
- Chorlitejos, avocetas y otras limícolas
- Aves rapaces y anátidas en época invernal
Asimismo, se han identificado especies endémicas y singulares como la hormiga Goniomma compressisquama o el caracol Helicella stiparum.
Actividades recomendadas
- Senderismo y cicloturismo: Existen varias rutas señalizadas que recorren el paraje y permiten descubrir la diversidad paisajística del entorno, desde las dunas hasta los humedales.
- Observación de aves: Una de las actividades estrella del lugar. Se puede comenzar en el Centro de Interpretación de Punta Entinas-Sabinar (en Almerimar), donde se ofrece información detallada sobre la avifauna local.
- Fotografía de naturaleza: La diversidad de hábitats y la luz mediterránea hacen de este paraje un lugar excelente para fotógrafos de paisaje y fauna.
A modo de consejo, indicamos que no hay instalaciones turísticas ni servicios (baños, duchas o socorristas), por lo que es indispensable ir preparado con agua, alimentos, sombrilla y protector solar. Está prohibido acceder con vehículos motorizados, hacer fuego o llevar mascotas. El respeto al entorno es esencial para su conservación. Y la primavera y el otoño son ideales por las temperaturas suaves y la presencia de aves migratorias.
La Playa Punta Entinas-Sabinar ofrece una experiencia única en el Mediterráneo, alejada del turismo masivo. Es un lugar idóneo para quienes buscan tranquilidad, paisaje virgen y contacto directo con la naturaleza. Caminar por sus senderos, escuchar el canto de las aves y contemplar el atardecer frente al mar es una invitación al descanso, al respeto ambiental y a la contemplación.
El entorno que acompaña a la playa, el Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar, fue declarado espacio protegido en 1989 y constituye uno de los humedales costeros más relevantes del sureste peninsular. Este paraje se caracteriza por una notable diversidad ecológica, donde conviven sistemas dunares, marismas, salinas abandonadas, lagunas temporales y matorral mediterráneo. Su importancia ambiental ha sido reconocida también a nivel europeo, al formar parte de la Red Natura 2000 como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC). Es un espacio donde la naturaleza evoluciona con un equilibrio dinámico, acogiendo especies en peligro de extinción y favoreciendo procesos ecológicos esenciales como la filtración de agua, la cría de aves acuáticas o el refugio de especies endémicas. Visitar este paraje es comprender la delicada armonía entre el mar, la tierra y la vida silvestre.