Tapear, ir de cañas o ir de tapas en Roquetas de Mar (I)

Todo sabemos que “ir de tapas” o “tapear” significa hacer un recorrido por algunos bares de una zona determinada tomando una bebida (cerveza o vino) acompañada de una pequeña porción de comida (tapa). Las tapas mezclan el concepto de comer con el de estar reunidos con amigos, es decir el bar como lugar de reunión y socialización. Y por ello se le llama ‘tapear’ (comer de tapas), ‘ir de tapas’ (recorrer varios bares).

En muchas zonas de España se ofrece sólo la bebida, y la tapa es obligatoria pagarla con un coste añadido, en algunas provincias es común servir pequeñas tapas frías como aceitunas, patatas fritas o frutos secos gratis a petición del cliente. Algunas regiones ofrecen junto a la bebida unas tapas calientes, y en otras zonas como Granada o Jaén se acostumbra a poner una tapa gratuita con cualquier bebida, aunque en muchos casos la selección de dicha tapa depende del camarero o del negocio.

El servicio más exquisito se da en la provincia de Almeria (y también Roquetas de Mar) donde las tapas son elegidas por cada consumidor sin límites dentro de la variedades que se ofrece en la carta, a diferencia de las provincias limítrofes donde no se sirven a elección del cliente o bien tienen límite en el número de variedades a pedir en cada ronda. Por ello Roquetas y la provincia es un lugar excepcional para ir de tapas.

En la provincia de Almería es muy popular en muchos bares ofrecer las tapas llamadas chérigans, que consisten en pan tostado, untado con alioli (o tomate) y acompañado de toda clase de ingredientes (aunque el más clásico es el atún, anchoa, palometa o jamón). El nombre parece que proviene de una deformación del inglés the Sheriff gun («la pistola del Sheriff»), debido a la forma alargada de esta tapa, que inventó un cocinero apodaban el Sheriff, seguro que en los años 60, en plena época de la industria del wéstern almeriense.

En Roquetas de Mar y en el resto de la provincia de Almería, salir de tapas hoy en día está de moda, incluso hay bares que llevan funcionando más 140 años. Los bares, cafeterías o restaurantes, sirven la tapa gratuitamente acompañando a ciertas bebidas, (cerveza, vino o mosto), y también existe la posibilidad de pedir tapa extra sin necesidad de solicitar la bebida, aunque en este caso se paga a parte. Un precio de una caña con tapa puede rondar entre 2´20-2´50 euros y la demanda es extraordinaria.

La costumbre de servir tapas junto a la bebida parece que se remonta a los antiguos mesones de huéspedes donde para evitar las moscar o que la suciedad entrara en las bebidas se tapaba el vaso de vino con una loncha de jamón o rebanada de pan. Esta práctica ha ido evolucionando y hoy día donde se puede degustar excelentes platos servidos como acompañamiento de las bebidas.